lunes, 12 de enero de 2009

ESA ENORME VIDRIERA DE LA AV. FACEBOOK

A los efectos de la no-onda, facebook es una gran pecera con miles de cobayos y cobayas dando vueltas en sus rueditas.

En este universo virtual, la gente sin onda se suicida diariamente, entregando lo poco de onda que les quedaba disimulada debajo de la alfombra de animal print de sus vidas off line.

Llevaría incontables entradas de este blog describir, punto a punto, las diversas formas de estos autoflagelamientos amplificados a propios y ajenos. Cosa que, como es lógica, no nos privaremos de hacer en el futuro.
No por placer que, para que negarlo existe. Sólo lo haremos con fines educativos para evitar errores propios y para estar prevenidos a la hora de relacionarnos con supuestos conocidos o extraños.

Los que están pero no quieren estar ocupan, por lejos, el primer lugar.
Histéricos e histéricas que aparecen con la silueta predeterminada, quizás producto inconsciente de sentirse dibujados en un lugar en el que quieren estar pero no quieren. O algo parecido, nunca se sabe.

El segundo lugar, pero dentro del mismo grupo, lo ocupan los que ponen fotos o dibujos. Puede ser desde una ilustración de su propia imagen hasta una pintura de picasso, un personaje de lost, bart o maggie simpson u otro.
En una primera lectura puede parecer simpático. En una segunda, patético.

Después vienen aquellos que ponen fotos de sus afectos confundiendo una foto de perfil en facebook (face=cara) con el porta-retratos de su casa. Las peores en este punto son, sin lugar a dudas, las de pareja.

Y acá entramos en otra inagotable fuente de descubrimientos acerca de lo que es realmente no tener onda.

A esta altura es bueno recordar el sabio axioma ya dicho en la introducción: "Necesita ser nombrado aquello que está ausente". Y allí están miles de susanitas y de hombres trapos subiendo las fotos de ese amor que necesita todo el tiempo "ser nombrado" para acercarse a algo parecido a la existencia.

Pero las fotos no alcanzan. Están los estados, en inglés y castellano, convertidos en auténticos pósters de local de todo X 2 pesos a los que sólo les falta una imagen de un amanecer o de un cielo con gaviotas volando sobre un mar azul.
Teniendo a mano un teléfono y el número del ser amado, la necesidad de ponerlo en un medio masivo suena, por lo menos, raro. Muy raro.

Un párrafo aparte merecen los que ponen: "en una relación con (nombre y apellido)" ¿Inseguridad? ¿Control?  o ¿Ya no estoy sola/o como me sentí siempre y como merecería estar hasta que aprenda que amar no es poseer?
 
Por último, y para terminar de meter la cabeza en el horno con el gas prendido, están los comentarios en las fotos de tipo: "Mis amores" debajo de fotos de parejas, hijos, sobrinos y mascotas

¿Qué dirá el labrador golden de todo esto?
Seguro que lo mismo que nosotros: guauuuuuuuuuu.

Pero claro; los labradores golden, al igual que todos los animales, tienen onda.
Seguramente porque no la buscan en facebook.


2 comentarios:

  1. Es cierto lo que decís sobre las fotos de las parejas en el cara libro.Por eso no tengo ninguna de la mía: no se debe únicamente a que quiero preservarlo (parezco Juanita hablando de Ambar) sino porque, además, es fotofóbico y detesta ver fotos suyas en el cyberespacio. Me fui de tema pero, en realidad, lo que quería compartir con usted, es que lo peor de lo peor, son los que ponen las fotos de sus hijos o perros en su perfil. ¿es una conditio sine qua non perder la identidad cuando nace un hijo? Les dejo la inquietud y un saludo.

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  2. No lo tengo claro... le pregunto a mis hijos y te digo.

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